La consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo, Marina Lombó, ha apoyado hoy, con su presencia, la celebración de la tradicional mascarada Los Zamarrones de Lanchares, en el municipio de Campoo de Yuso.
La titular de Turismo, que ha estado acompañada por el regidor municipal, Eduardo Ortiz, ha destacado la participación que los vecinos en este carnaval de invierno, así como la "gran labor y el trabajo conjunto" que llevan a cabo el Ayuntamiento de Campoo de Yuso, la Junta Vecinal y la Asociación Cultural Los Zamarrones de Lanchares y que ha permitido profundizar en la investigación de la historia y los personajes que dan contenido a esta fiesta para recuperar su esencia.
Esta labor de investigación y recopilación de datos ha hecho posible que la mascarada de este año presente novedades, entre ellas la incorporación de nuevos trajes naturales, documentados gracias a las informaciones de los vecinos más más mayores del pueblo, y de personajes etnográficos de las leyendas de la zona.
Durante la celebración del carnaval, los organizadores de la mascarada han solicitado a la consejera la rehabilitación en un inmueble para convertirlo en la casa de los zamarrones.
La jornada ha dado comienzo a las 16:00 horas con la cuelga de campanos por parte de los mozos del pueblo y la misa de 'antruidu' en San Roque, donde se ha representado la prohibición de las mascaradas en tiempo de Cuaresma.
A continuación se ha celebrado el acto central de la mascarada: el desfile de personajes por las calles del pueblo para asustar a los niños, asaltar a los vecinos, espantar los malos augurios y recoger el aguinaldo. La actuación de las pandereteras de Campoo de Yuso y la degustación del aguinaldo han cerrado los actos del día.
Esta costumbre de origen prerromano comparte características similares a otras festividades que se celebran en diferentes comarcas de Cantabria (La Vijanera de Silió, Los Carabeos de Valdeprado del Río -que se desarrollará mañana domingo, 23 de febrero-, Andruido de Piasca, etcétera) y otras mascaradas del resto de la Península Ibérica y de Europa.
Se trata de una mascarada donde los zamarrones ataviados con pieles, campanos y gorros, con el zamarrón mayor a la cabeza, procesionan por el pueblo pidiendo y recogiendo aguinaldos que se van cargando por el cestero a la burra comunal ‘Rufa'. Además de los zamarrones, la comparsa está compuesta por los personajes del viejo, la vieja, el hombre y la mujer travestidos, las pandereteras, el médico, el sacamuelas y sus ayudantes, los curas y el clero, los gitanos, el maestro y sus alumnos, los moros, el afilador, los militares y los guardias, la tarasca y el giboso, los labradores y los enramados, entre otros participantes.
Una comparsa de Los Zamarrones de Lanchares fue la encargada, el pasado mes de enero, de promocionar las mascaradas cántabras en la feria de turismo Fitur de Madrid.