- Tecnología
- 21/04/2023
La bomba inyectora tiene la función de rociar combustible sobre aquellas partículas más pequeñas de los cilindros del motor. Debido a su importancia, conviene saber cuáles son los síntomas de un mal funcionamiento para sustituirla de inmediato en caso de que falle. Te contamos todos los detalles.
Bomba inyectora: principales características y tipos
Hoy día, las bombas inyectoras más utilizadas son las electromecánicas y las electromagnéticas, y según para lo que estén destinadas, dentro del sistema de inyección podemos encontrar dos tipos de boquillas: de arranque y esclavas.
Pero debes tener en cuenta que las boquillas de inyección de combustible no son universales, es decir, que se fabrican de manera individual para cada tipo de motor. Por eso no es probable que encuentres piezas estándares de este componente para dos coches diferentes.
Eso quiere decir que los inyectores no podrán ser trasladados de un motor a otro. También debes considerar que las boquillas modernas de la bomba de inyección de combustible no pueden desmontarse ni ser reparadas. Por lo que, con total seguridad, tendrás que sustituirla por una nueva en caso de avería.
Síntomas de fallo de la bomba inyectora
La vida útil del inyector de combustible del motor de un vehículo no está estipulada, por eso se recomienda examinar esta pieza tras recorrer entre 100.000 y 150.000 kilómetros. De hecho, el límite de su vida útil dependerá mucho de la calidad del combustible que utilicemos.
Para comprobar que este componente funciona correctamente, lo ideal es llevar el vehículo a un taller mecánico. Y, en caso de tener que cambiar los inyectores de combustible del motor, lo harán sin peligro, ya que este trabajo tiene riesgo de incendio.
Los inyectores son fundamentales tanto en los motores diésel con en los coches de gasolina, pues consiguen una mejor ignición al pulverizar el combustible de forma homogénea que, junto al aire a elevadas temperaturas, genera la combustión.
Dichos inyectores consisten en electroválvulas que lo que hacen es abrirse y cerrarse de forma precisa siguiendo las órdenes de la centralita electrónica, que es la encargada de indicar la cantidad de combustible que ha de ser introducida en el motor.
Hay dos tipos de inyección directa, la bomba-inyector y el método commonrail, y estos son los síntomas de fallo que debes tener en cuenta cuando haya llegado el momento de cambiar la bomba inyectora:
- El motor no arranca, sobre todo, con temperaturas muy frías.
- El humo expulsado al intentar arrancar es demasiado negro.
- El motor consigue arrancar pero enseguida se para.
- Notamos que el motor no tiene la potencia suficiente.
- Observamos un exceso de humo de escape y un excesivo y anormal consumo de combustible.
Averías provocadas por fallos en la bomba de inyección
Además de los síntomas de fallo indicados en el apartado anterior que nos alertarán de problemas en la bomba inyectora de nuestro vehículo, existen determinadas averías que indicarán problemas en este componente. Los fallos más comunes son:
- Problemas en los inyectores piezoeléctricos: estos inyectores utilizan cristales minerales de cuarzo que se estiran cuando se les aplica una corriente eléctrica. En este componente hay numerosos cristales pequeños que desplazan la aguja al estirarse, y lo hacen muchas veces por segundo y de una forma muy precisa. Sin embargo, estos cristales tienen un número limitado de ciclos de trabajo, por lo que, llegados a un punto, por más corriente que sea suministrada al cristal no reaccionará. Por lo tanto, tendremos que sustituir el inyector por uno nuevo.
- Complicaciones eléctricas: no es de las averías más frecuentes, pero en ocasiones los conectores de los inyectores pueden fallar. Si esto ocurre, también podrían quemarse las bobinas de los electroimanes presentes en los inyectores electromagnéticos.
- Daños en la tobera: esta parte está dentro del cilindro y está expuesta a presiones y temperaturas tan elevadas que terminan por estropearlo. Además, el combustible sale a una presión tal que desgasta los orificios, perdiendo su forma original y haciendo que pulverice el combustible de forma deficiente. Sin embargo, suelen estropearse antes de que esto ocurra debido a que los depósitos de carbonilla y residuos procedentes de la combustión van taponando estos orificios.
- Fugas: por último, al desgastarse las piezas internas del inyector, perderán su hermetismo y el combustible volverá por el camino de retorno en vez de salir por el inyector. Esto no solo provocará pérdidas de presión en el circuito de alimentación, sino también en el sistema de inyección, lo que conllevará un mayor consumo y un rendimiento deficiente. Como consecuencia de esta inadecuada pulverización de combustible, el vehículo generará más carbonilla y, por ende, más humos de escape.
Fuentes:
Información sobre la bomba inyectora extraída de autodoc.es
Información sobre el fallo de los inyectores de la bomba de eurotaller.com