Mantener las ventanillas del avión sin cubrir es una de las instrucciones que las azafatas siempre transmiten en el despegue y el aterrizaje. Te contamos el motivo en esta noticia.
Si has viajado en avión en alguna ocasión, recordarás esas instrucciones de las azafatas antes del despegue y el aterrizaje del aparato: cinturones abrochados, bandejas plegadas, equipaje de mano en su correspondiente compartimento o bajo el asiento, ventanillas subidas... Todas parecen tener un sentido lógico pero, ¿por qué debemos mantener las ventanillas con la "persiana" subida?
El motivo por el que es necesario mantener las ventanillas del avión con las persianas subidas en el despegue y el aterrizaje es eminentemente práctico. Tiene que ver con el requisito que instituciones de aviación como la FAA o la AESA española tienen en lo que a tiempo de evacuación se refiere: en caso de emergencia, el avión debe ser evacuado en un tiempo igual o inferior a los noventa segundos. Este minuto y medio para la evacuación de todo el pasaje se mantiene sea cual sea la cantidad de pasajeros que viajen en el avión o el momento del día en el que se produzca la emergencia.
Es por este escaso margen de tiempo para la evacuación del avión que es importante mantener las ventanillas abiertas: la tripulación (azafatas, piloto...) deben poder mirar a través de ellas para valorar las condiciones del exterior. Es importante que puedan comprobar si hay fuego, agua, restos del aparato... que estén bloqueando las ventanas de las puertas ubicadas en las salidas de emergencia para poder organizar y agilizar la evacuación.
Hay otro detalle del que puede que no te hayas percatado: si el vuelo se desarrolla durante el día, las luces de cabina se mantienen encendidas a máxima potencia. ¿Cuál es el motivo? Que los ojos estén acostumbrados en todo momento a la luz solar para que, en caso de evacuación, los pasajeros y la tripulación no sufran un gran contraste de luz al salir del avión que dificulte su visión.