La celebración del quincuagésimo aniversario del Belén del Carmelo en Reinosa marcó ayer una ocasión especial para recordar y honrar la tradición y el significado de este evento. A lo largo de estos 50 años, el Belén del Carmelo ha pasado a ser un símbolo importante de la unidad y el espíritu comunitario de la localidad y de la comarca.
Para conmemorar este medio siglo de historia, se organizó una misa solemne en la iglesia del Carmelo, un acto de recogimiento y gratitud, que fue presidida por el Prepósito General de la Orden de los Carmelitas Descalzos, el padre Miguel Márquez Calle, que estuvo acompañado por el Padre Francisco Oreja, Provincial de la Península Ibérica, por el superior de la enfermería de Burgos, Pedro Navajas y por cuatro frailes; uno de ellos, el carmelita Julián Bueno, que fue además párroco de varias localidades de Campoo. En este aniversario estuvo presente también el alcalde de Reinosa, José Luis López, acompañado por el subteniente de la Guardia Civil de Reinosa, Luis Carlos Lacalle, junto con el grupo de belenistas y de la Cofradía del Carmen.
Al finalizar la eucarístia, el responsable de los belenistas, Javier Flores, relató la historia del nacimiento, "agradeciendo la labor de los voluntarios y el apoyo incondicional del padre Juan José Díaz, que fue también del director de la Coral del Carmen".
Después del acto religioso, los asistentes a la celebración del aniversario se reunieron en una comida de hermandad, en el Hotel Vejo.
