Seguro que esta frase os es familiar a todos, "mi madre prepara los mejores cangrejos en salsa del mundo", pero detrás de esta frase se asienta una tradición muy arraigada en nuestra comarca. Buscar cebo para los cangrejos, revisar los viejos reteles, sacar las licencias y un largo etcétera que cada verano reúne a muchas familias en torno al verdadero protagonista, el cangrejo.
Cuando hablamos de cangrejos, en la mayor parte de los casos nos referimos al cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), una especie invasora de nuestros ecosistemas que parece haber venido para quedarse. Originario de los medios acuáticos de Luisian (EEUU) fue introducido en España en el año 1973 en Badajoz por el desaparecido ICONA. El motivo de esta introducción era potenciar el mercado alimenticio con la presencia de dos especies de cangrejos en España.
Reconocible por su llamativo color rojo, esta especie puede llegar a medir unos 12 cm., pesar 50gr y tolera con relativa facilidad las aguas salinas, todo ello la hace adecuada para la cría comercial. Otra característica llamativa es su capacidad de cavar galerías en sustrato blando produciendo grandes estragos para los agricultores en zonas de arrozal. Su alimentación es omnívora, hecho que los pescadores aprovechan para capturarles mediante cebos. Además de restos de carne estos cangrejos también pastan, por lo que no es raro verlos de noche entre la hierba cercana al agua.
Previa a la presencia del cangrejo rojo americano en España ya existía la especie que hasta hace poco se consideraba autóctona, (Austropotamobius pallipes). Hoy en día se pone en duda su naturalidad en nuestros ríos al estar ausente del registro fósil Ibérico, por lo que las teorías de su importación por los romanos y una llegada tardía a la península ganan peso. La especie se ha visto relegada a cabeceras de ríos ante la presencia del cangrejo americano y las enfermedades asociadas, principalmente la afanomicosis, que trajo con su introducción. Estas zonas tienen temperaturas más bajas que el tramo medio y bajo de los cuencas lo que impide la proliferación de estas enfermedades así como la colonización del cangrejo rojo.
Pero si la historia parece poco enrevesada, a mediados de los 60 se introduce en Europa otra especie, el cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus), que compite con las especies anteriores y gracias a su mayor tamaño (pesa hasta 110gr.) ha ocupado gran parte de los cauces cántabros. Tanto es así que este año la Administración Cántabra ha quitado el cupo de capturas con la intención de disminuir su número. Una característica inequívoca de esta especie es la "señal" o marca blanquecina entre sus pinzas.
Como veis la situación no es tan idílica como pensábamos y esta competencia entre especies ha propiciado la situación actual en nuestros ríos.
Si queréis participar en un programa de seguimiento de nuestros ríos y de paso aprender muchas cosas de los ecosistemas ribereños, os invito a que visitéis este enlace y realicéis alguna de las actividades propuestas, más información en; http://www.proyectorioscantabria.org/
